Carne de Conejo: recetas de nuestra Dieta Mediterránea




La Carne de Conejo se ha ganado por derecho propio un puesto de honor en la Dieta Mediterránea, un régimen alimenticio reconocido en todo el mundo por sus beneficios para la salud por la OMS y considerado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. 

Su presencia habitual en la alimentación de la Península Ibérica, durante siglos, ha hecho de esta carne un elemento imprescindible de nuestra tradición alimentaria, así como de nuestra cultura popular.


 
 
La Carne de Conejo es un elemento esencial en una alimentación variada y equilibrada. Llega al consumidor con todas las garantías de calidad, seguridad alimentaria y bienestar animal que representa su origen europeo.

Es indiscutible su protagonismo en la tradición gastronómica de la Península Ibérica, donde existen elaboraciones ancestrales de la Carne de Conejo a lo largo y ancho de toda la geografía peninsular. 

Algunas teorías históricas afirman, incluso, que el nombre de Hispania tiene su origen en la acepción fenicia de "Tierra de Conejos".




Cuando se busca mantener un patrón alimentario saludable como la Dieta Mediterránea, la Carne de Conejo es un elemento a tener en cuenta. 

Su carne es muy tierna, con una escasa proporción de fibras colágenas, lo que la convierte en un alimento ideal para todos los miembros de la familia, desde los más jóvenes a los más mayores.

Con respecto a otras especies cárnicas presentes en el punto de venta, la de conejo es una de las que menos grasa contiene, lo que aumenta su digestibilidad. Por esta razón, se la considera una carne blanca y se la engloba en el grupo de las aves, como el pollo, a pesar de proceder de un animal terrestre.


La Carne de Conejo destaca por su bajo aporte calórico y su reducido contenido en colesterol. De esta forma, representa una opción ideal para el buen funcionamiento del sistema cardiovascular y el control del peso corporal. 

Otra de las características por las que es de especial relevancia nutricional es por su contenido en proteínas de alto valor biológico, las que mejor asimila nuestro organismo ya que contienen todos los aminoácidos esenciales.

Una ración habitual de unos 200 gramos de carne nos aporta unos 45 g de proteínas de una calidad superior a las de origen vegetal. Esto se debe a que su composición de aminoácidos es muy similar a la que utiliza el cuerpo humano a la hora de sintetizar sus propias proteínas.

La carne de conejo no solo destaca por su adecuada proporción de grasas insaturadas (mono y poli insaturadas). Además de delicioso, su consumo es excelente para poner a
nuestra disposición un considerable número de micronutrientes imprescindibles para una alimentación saludable.

Como fuente de minerales, la Carne de Conejo destaca por su importante cantidad de magnesio, zinc y hierro. Este último se presenta en su versión hemo, lo que implica mayor
biodisponibilidad para el organismo, más alta que los hierros inórganicos presentes en los alimentos de origen vegetal. Además, también aporta fósforo y potasio.
En el apartado de las vitaminas, los consumidores de Carne de Conejo se benefician, principalmente, de las más abundantes, que son las del grupo B. En concreto, nos encontramos con vitaminas como la B12, la B3 y la B6, que comparten su protagonismo con otras en menor medida, como la B2 y B1. Además, en la carne de conejo nos encontramos con una elevada presencia de vitamina E, de especial relevancia por su poder frente a la oxidación celular.



Decálogo de razones para incluir la Carne de Conejo en nuestro día a día

1. Es magra, con muy bajo contenido de grasa.
2. Contiene ácidos grasos insaturados.
3. No contiene ácido úrico, por lo que puede ser una alternativa para las personas que
deban controlar este elemento en su alimentación.
4. Posee minerales importantes como el hierro, zinc y magnesio.
5. Contiene vitaminas del grupo B.
6. Fuente de proteínas de alto valor biológico, necesarias en todas las fases de la vida.
7. Fácil digestibilidad, por el poco colágeno y bajo perfil graso.
8. Bajo contenido en sodio.
9. Aporte calórico de aproximadamente 135Kcal. por cada 100 g.
10. Versátil, existe un inmenso recetario fruto de su presencia histórica en la tradición mediterránea.








Hoy podemos encontrar en el mercado muchas presentaciones diferentes de la carne de conejo. Por eso, conocer el despiece es saborear aún más todas sus posibilidades en la cocina.






Esta carne tiene todo lo necesario para triunfar en mil y una elaboraciones y recetas.

Desde las más clásicas elaboradas por nuestras abuelas que llevan toda la vida dando lo mejor a los suyos, hasta las más novedosas. Entra y busca la que más te gusten: 






La carne de conejo no nos debe faltar
 si buscamos 
una alimentación saludable y equilibrada.

¡Disfrútalo¡



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